La hemocromatosis puede pasar desapercibida en algunas ocasiones, sobre todo, porque sus síntomas no son exclusivos. Es decir, pueden responder también a otras patologías diferentes. Se trata de una enfermedad hereditaria que hace que el cuerpo almacena demasiada cantidad de hierro y, si no se detecta y trata a tiempo, puede tener efectos irreversibles sobre la salud de las personas que la padecen.
Se trata de una de las enfermedades genéticas más comunes en Estados Unidos y puede llegar a dañar órganos vitales. En este artículo vamos a analizar algunos de los principales factores de la hemocromatosis, con el objetivo de conocer un poco mejor esta enfermedad.
Algunas cuestiones previas sobre la hemocromatosis.
Factor 1.
Cuando una persona sufre esta enfermedad, el hígado almacena demasiada cantidad de hierro y puede llegar a dañarse de manera irreversible. Pero, la acumulación puede llegar a índices tan elevados que es posible que el hierro acabe por afectar también otros órganos, como el corazón o el páncreas. Todos ellos son órganos vitales, por los que la evolución de la hemocromatosis puede ser realmente una amenaza para la salud.
Factor 2.
El hierro, acumulado en dosis muy altas en el cuerpo humano, puede funcionar como una sustancia venenosa. De hecho, puede ser la causa de complicaciones graves o, incluso, de provocar la muerte. Algunos de los primeros síntomas que suelen manifestarse son el dolor de estómago, la pérdida del apetito sexual o malestar en las articulaciones.
Factor 3.
La forma más común de la hemocromatosis es la hereditaria. Se produce cuando ambos padres sufren la mutación del gen HFE y la transmiten a sus hijos. No obstante, esta patología también puede estar provocada por otras enfermedades como la anemia o patologías crónicas del hígado. En este caso, en lugar de hablar de hemocromatosis hereditaria, hablamos de hemocromatosis secundaria.
Factor 4.
Se trata de una enfermedad difícil de diagnosticar, ya que sus síntomas pueden ser muy variados y extensos y presentar distintos niveles de gravedad. Esto supone un problema, ya que el diagnóstico temprano de la enfermedad es muy importante para evitar que avance de manera incontrolada y provoque daños irreversibles o enfermedades mucho más graves. Además de los síntomas que hemos mencionado anteriormente, también puede manifestarse en forma de debilidad, cansancio, pérdida de peso, dolor en el abdomen, fatiga… Conforme avanza, puede producirse también caída del vello, alteración de los ciclos menstruales en la población femenina o problemas respiratorios. Estos síntomas pueden ir agravándose y degenerar en problemas de corazón, diabetes, artritis, etc.
La importancia del diagnóstico de la hemocromatosis.
Factor 5.
Normalmente, los primeros síntomas aparecen a mediana edad y suelen ser atribuidos a otras patologías. El problema es que la hemocromatosis, cuando es hereditaria, la sufrimos desde que nacemos y a veces hace falta muchos años para llegar a detectarla y poder poner algún tratamiento que impida su avance. Durante este tiempo, el hierro ha ido acumulándose en exceso y puede haber afectado ya a algunos órganos sin solución.
Factor 6.
La detección temprana de la enfermedad es importante para evitar daños irreversibles en el organismo. Por ello, si tiene antecedentes de esta enfermedad en su familia o si experimenta síntomas anormales durante algún tiempo, es importantes comunicar al médico sus sospechas para orientarlo en la búsqueda de las causas desencadenantes. Por otro lado, cuando una persona sufre hemocromatosis, sus parientes tienes un 25% más de probabilidades de padecer esta enfermedad.
Factor 7.
Si la hemocromatosis no se detecta y se trata a tiempo puede resultar una enfermedad mortal. El motivo es que la afección sobre órganos vitales como el corazón, el hígado o el páncreas es directa. Por ejemplo, puede empezar provocando cirrosis y acabar degenerando en un cáncer de hígado.
¿Cómo actuar ante la hemocromatosis?
Factor 8.
Una vez detectada, el tratamiento contra la hemocromatosis puede durar meses o años, en función de la evolución de cada paciente y de la gravedad de los daños que padece. En cualquier caso, hay que controlar con regularidad los niveles de hierro en la sangre y trabajar para que se mantengan dentro de unos parámetros normales y saludables. En cuanto al tratamiento, suele hacerse con flebotomías, es decir, drenajes regulares de la sangre para liberar el hierro del cuerpo.
Factor 9.
Lo importante es que, algunos daños producidos por la hemocromatosis pueden llegar a ser resueltos si se cogen a tiempo y se evita que degeneren en danos irreversibles. Hay que cuidar la alimentación y llevar una vida saludable, aunque esto no es garantía de no padecer o desarrollar esta enfermedad.